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  • HOJOSHINKAN DOJO

Sensei...¿Profesor?

Por: HELDEN NATALIA VELEZ GONZÁLEZ*


La palabra sensei es común para todas las artes marciales, y se usa para referirse indistintamente al instructor de turno, pero ¿es sensei realmente un equivalente de profesor?


Hablando desde el idioma japonés, la palabra sensei viene de 先生, donde el primer kanji significa “antes, previo” y el segundo “vida”; así, sensei traduciría literalmente “vida previa, el que nació antes”; es un honorífico, por lo que debería usarse después del nombre (no se debe decir sensei X, sino X-sensei). De hecho, llamarse a sí mismo sensei está mal visto en Japón, porque es una palabra que implica respeto y en este país que valora profundamente la humildad darse este título es impropio, así que en su lugar debería usarse la palabra que de verdad significa profesor: kyōshi (教師) para referirse a uno mismo, y sensei para otras personas. Si volvemos al significado, podemos ver que es un término que abarca muchas cosas; sí se usa para profesores, pero también para doctores, abogados, políticos y también para personas mayores. Entonces, este honorífico tan reverenciado se convierte en una simple expresión de respeto que se usa por obligación para tratar a alguien con más experiencia, pero... ¿es solo eso?


La palabra “sensei” se me viene a los labios cada vez que lo recuerdo. Ahora que escribo sobre él, lo hago con la misma reverencia y respeto que siempre sentí. No me parece adecuado usar sus iniciales para referirme a él. De ese modo sentiría como si hubiera una gran distancia muda entre nosotros. (Sōseki, 1914, p. 19)


El fragmento anterior es tomado del libro Kokoro, de Natsume Sōseki, en el que se relata la amistad de un joven con un hombre al que siempre llamó sensei ―aun sin haber hablado antes― aunque este no tenía como profesión alguna de las mencionadas anteriormente (de hecho, no ejercía ninguna profesión) pero el narrador sentía una profunda admiración por este personaje, diciendo incluso: “Sensei no era un hombre conocido. Yo parecía ser el único destinatario de sus ideas y enseñanzas, lo cual me parecía una verdadera lástima” (Sōseki, 1914, p. 45). Aquí podemos ver cómo un hombre se convierte en sensei sin siquiera intentarlo, pues nunca intentó impartir clases de ningún tipo, simplemente vivió su vida siguiendo sus principios. Por otro lado tenemos a Daisuke, otra obra de Sōseki (1909), cuyo protagonista (Daisuke) es un joven con una familia adinerada y educado que no encuentra placer alguno en la vida y se dedica a la holgazanería, viviendo del dinero de su padre y su hermano y que eventualmente adopta un pupilo para que haga las labores domésticas; este último lo llama sensei porque la naturaleza de su relación no da lugar a otros apelativos.


Con esto, me atrevo a decir que "sensei" puede ser tanto o tan poco para cada discípulo en particular como este lo considere, aunque eso no lo haga mejor o peor en lo que hace; es decir, para algunas personas determinado sensei puede ser solo un instructor, que repite un esquema incontables veces y el pupilo lo repite. Para otras personas ese mismo sensei puede ser un guía de muchas otras formas, no es solo un espejo cuya imagen hay que

imitar, sino que posee conocimiento de múltiples detalles que hacen que cada técnica que ejecuta sea distinta a la anterior, aún si se trata del mismo principio, incluso puede ser a nivel personal un ejemplo, al igual que el sensei en Kokoro.


Creo que todo artista marcial (si no es cada persona) ha tenido por lo menos un maestro que no solo ha pulido su técnica, sino que ha forjado su carácter y ha cambiado su forma de ver su camino, su dō( 道). No solo los instructores, también las personas que acompañan el viaje, sean familiares o amigos, y es que al fin y al cabo un sensei es una especie de guardián, un guía que intenta encaminar a cada practicante por la senda que solo este último puede transitar, queda en manos de cada quien decidir si lo sigue o toma un desvío a otro camino.


*HELDEN NATALIA VELEZ GONZÁLEZ, estudiante de Biología, Japones y Aikido.



Bibliografía

Sōseki, N., (2014). Kokoro, Madrid, España: Impedimenta.

Sōseki, N., (2011). Daisuke , Madrid, España: Impedimenta.

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